Como explicamos en nuestra categoría de asiáticos y americanos, la inmigración ofrece una gran riqueza para la gastronomía. Eso es lo que ocurrió especialmente en Perú a finales del siglo XIX y principios del XX, cuando con la llegada de migrantes japoneses, que fusionaron sus técnicas y productos con los locales, se dio lugar a la influencia más importante de la cocina Nikkei, la cual combina lo mejor de lo oriental y lo latino. Y esa filosofía es la del restaurante Mixtura, en Huarte, que cuenta con una estrella Repsol y que conoceremos más a fondo en esta entrada.
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Crónica Mixtura
Este proyecto, que nació en 2017, es el primero que ofrece este tipo de cocina en Pamplona. Cuenta con un menú degustación que creemos cambian cada mes, alternando distintos platos, a un precio de 47 euros. Además, entre semana también cuentan con una opción interesante, el menú escapada Nikkei,a 27 euros. Otra alternativa es una carta en la que ofrecen mixturitas y piqueos, cebiches, arroces, carnes, pescados y una suculenta oferta de postres con una sorpresa en la que nos detendremos más adelante.
Cócteles 
Causa de marisco estilo Picantería Arequipeña 
Gyozas crujientes de pollo con salsa agridulce de maracuyá y aji amarillo 
Cebiche 
Solomillo de cerdo Pío Negro marinado con crema de calabaza, naranja y chimichurri Nikkei 
Tataki de atún rojo sobre hummus de almendra 
Tiramisú de los Andes 
Chocolate Manjari, frambuesas, kumquats y bizcocho de nuez pecán
En nuestra visita, al ser la primera ocasión en la que visitábamos Mixtura, escogimos el menú degustación para poder probar una amplia muestra de su oferta. No obstante, lo primero que queremos destacar de este local es su carta de cócteles. Preparados en el momento por su barman, hay una presencia muy importante del pisco (bebida aguardiente de uvas típica en Perú) pero también otras opciones como el mojito de frambuesa, margarita o coco loco. Frescos y sabrosos, fueron un agradable trago durante buena parte de la comida.
Junto a ellos, comenzamos a disfrutar de la comida Nikkei, en un ambiente muy agradable, con un personal de sala profesional y una cocina que, además de ser abierta (lo que siempre da tranquilidad), trabaja con gran diligencia y no baja del notable en todas sus elaboraciones. Así, como entrantes disfrutamos de una causa de marisco, un cebiche de corvina y unas gyozas crujientes de pollo, preparaciones deliciosas que por sí solas ya hicieron la pena venir a este restaurante.
Sin embargo, los principales y los postres fueron los que demostraron por qué estamos hablando de un lugar con un sol Repsol. El tataki de atún rojo y el solomillo de cerdo, además de contar con una materia prima espectacular, son grandes y delicadas propuestas propias de los mejores restaurantes de vanguardia. Ocurre lo mismo con el tiramisú de los Andes, y, ya en otro nivel muy superior, con el postre compuesto por chocolate Manjari, frambuesas, kumquats y bizcocho de nuez pecán, que fue semifinalista del concurso C3 Valrhona en París en el año 2018 y que pedimos fuera de menú como extra. Servido en un original plato con forma de haba de cacao, su combinación de sabores diferentes pero armónicos hace disfrutar cada cucharada, dejándote con una gran sensación de felicidad por haber tomado la decisión de haber visitado la casa de la cocina Nikkei en Pamplona.
Carta Mixtura
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