En un año de pandemia en el que la vorágine de las noticias, a menudo negativas, nos introduce en un bucle de estrés que afecta a nuestro ánimo, descubrimos Café Allegro, una cafetería en el centro de Iturrama que se presenta como un oasis donde la tranquilidad se puede encontrar alrededor de una taza en un local armonioso, que transmite calma y que cuenta también con una pequeña terraza para hacer frente a las medidas sanitarias.
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Crónica Café Allegro
Nada más llegar a Café Allegro por su entrada en la calle Sancho el Fuerte, un espectacular escaparate da la bienvenida con distintos tipos de cookies, brownies, bizcochos e incluso pequeños bocadillos de opciones saladas, similar a lo que nos pudimos encontrar en Café Fika. El personal, muy agradable, tiene en consideración las dudas propias que uno se encuentra al encontrarse con semejante abanico de opciones. Por ello, con mucha paciencia, explica cuáles son los productos visibles así como una extensa carta.
En nuestro caso, y para una merienda, decidimos decantarnos por un brownie clásico (también existen alternativas como el de sabor kinder bueno, que hemos probados en siguientes visitas y está delicioso, y el de oreo, también muy rico); y una elección atrevida: una cookie de dulce de leche y plátano.
En cuanto al bizcocho de chocolate, el sabor era intenso y la textura muy esponjosa, coronado por unas crujientes pepitas de chocolate. En cuanto a la galleta, el equilibrio entre la dulzura del plátano y el dulce de leche, que es extremadamente empalagoso si no se atiende a la cantidad, es perfecto. Además, un detalle que eleva el nivel del lugar, es que ambos productos se sirven previamente templados, lo que unido a un extraordinario café (también venden productos relacionados con esta bebida, como tazas para llevar a domicilio) hacen que la visita a Café Allegro sea siempre un placer.
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