Keiko: la fachada rosa de Lezkairu

Keiko

Si hay un barrio en Pamplona que sigue sumando locales con encanto y propuestas interesantes, ese es Lezkairu. Un barrio joven, con vida, que va construyendo su identidad a base de cafeterías bonitas, restaurantes con personalidad y sitios en los que apetece quedarse. Uno de los últimos en sumarse a esta lista es Keiko, una cafetería que destaca, literalmente, desde la calle.

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Y es que su inconfundible fachada rosa, la misma que albergó hace tiempo la recordada Kutixi, hace imposible pasar por delante sin girar la cabeza. Pero Keiko no se queda solo en lo visual: detrás de esa puerta hay un espacio coqueto, luminoso y muy acogedor, con una decoración que mantiene ese aire delicado y agradable, perfecto para un desayuno largo, una merienda improvisada o simplemente un café con algo dulce que te alegra el día.

En su carta, Keiko ofrece una amplia variedad de bebidas, desde cafés clásicos y especiales hasta zumos naturales y smoothies, perfectos para los días de calor. También cuenta con tostadas, bizcochos caseros y alguna que otra sorpresa más, pero si hay algo que llama la atención desde el primer momento es su vitrina.

El mostrador de Keiko es pura tentación. Repleto de bizcochos caseros, cookies (con opciones sin gluten), y cinnamon rolls recién hechos que perfuman todo el local. Da igual a la hora que entres: siempre hay algo apetecible esperándote detrás del cristal.

En nuestra visita, una colaboración pagada, probamos algunas de sus especialidades dulces que nos recomendaron. Empezamos por la cheesecake de maracuyá, cremosa, ligera y con ese toque tropical justo para marcar la diferencia. Perfecta para quienes buscan una tarta de queso con algo más. Pero si hablamos de tartas, la de chocolate se merece una mención especial. Sedosa, brillante, intensa, con una estética que parecía sacada de una película americana. Una de esas que no puedes dejar a medias.

También nos dejamos conquistar por su variedad de cookies, que es realmente amplia y creativa: de pistacho, Lotus, caramelo salado, Red Velvet, Nutella, filipino blanco… todas con muy buena pinta y sabores bien logrados. Probamos varias y, sinceramente, nos costaría decir cuál nos gustó más.

Y ya que estábamos en modo pistacho, no pudimos resistirnos a su cinnamon roll de pistacho, que enamora tanto por su esponjosa textura como por su sabor delicado y bien definido. Dulce, con su toque de canela, pero sin empalagar. Justo como debe ser.

Pero la sorpresa más grande vino cuando nos invitaron a probar algo de su carta de verano, que incluye bebidas especiales, smoothies y cafés diferentes que no se encuentran en cualquier sitio. Nos sirvieron un café frío con fresa, preparado con mimo y con un sabor suave, con ese punto afrutado que resulta refrescante y diferente. Ideal para los días en los que apetece algo nuevo.

Aunque, si hay algo que Keiko ha convertido en su plato estrella del verano, es sin duda la cookie con helado. Un vaso servido en capas, con muchas variedades. En nuestro caso, fue una cookie entera de pistacho, helado de vainilla, crema de pistacho y trozos de pistacho crujiente por encima. Un postre para compartir… o no. Lo disfrutamos desde la primera hasta la última cucharada, y ya estamos deseando volver a repetirlo. De hecho, en cuanto volvieron de vacaciones probamos el de Lotus y también nos pareció espectacular.

Keiko es de esos sitios donde cada detalle está cuidado, desde la presentación hasta la variedad, y donde se nota el cariño que hay detrás de cada elaboración. Un lugar con alma de obrador casero, estética cuidada y una carta que no solo entra por los ojos, sino que convence en el paladar. Porque detrás de su fachada rosa hay mucho más de lo que parece

Carta Keiko

Carta Keiko

Carta verano Keiko

Carta bebidas verano Keiko

Cookies con helado Keiko

Cookies con helado Keiko

Vídeo Keiko

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Comida

9

Local

8

Servicio

9

Precio

8

Keiko

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