Tras unas semanas de mucho ajetreo y sin tiempo para realizar ninguna entrada, volvemos a nuestra actividad para hablar sobre un descubrimiento muy especial: La Olla. Sí, sabemos que es uno de los restaurantes tradicionales más conocidos de la ciudad, pero por diferentes circunstancias nunca habíamos aterrizado allí. Y, spoiler: vaya si nos gustó.
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Crónica La Olla
La Olla es un local ubicado en pleno centro de Pamplona que apuesta, sobre todo, por la calidad de su producto. Su oferta, de carta, está repleta de platos de gastronomía navarra con un denominador común: las magníficas y variadas materias primas que utilizan en su cocina.
En nuestra visita decidimos probar tres entrantes diferentes: una ensalada de tomate con bonito y otra de pimientos del piquillo, dos platos típicos de la gastronomía de nuestra comunidad que fueron una gran forma de empezar nuestra comida. A pesar de que no estábamos en temporada de ninguno de los dos productos, su excelente calidad hacía olvidarse del calendario.
Continuamos nuestra experiencia con unas sabrosas zamburiñas, que fueron todo un descubrimiento para nosotros. Diferentes a las que probamos en La Bankada, éstas más clásicas, nos hicieron descubrir que en La Olla también cuentan con buenos proveedores en cuanto a pescado se refiere.
Esto lo confirmamos con nuestro entrada en los principales. Primero escogimos un rodaballo al horno, perfectamente desespinado y servido en la mesa por su amable y atento personal. Y después nos pasamos a la carne, con una chuleta de vaca vieja en su punto justo, cuyo intenso sabor no tenía nada que envidiar al de la carne de los mejores asadores de la ciudad, lo que nos hizo comprender por qué este restaurante es uno de los preferidos de la ciudad para mucha gente.
Para terminar nos sorprendieron con una teja de menta, mousse de chocolate blanco, queso con frutos rojos silvestres, polvo de coco y ralladura de lima, que fue todo un acierto. La combinación de sabores era fresca y original, y nos dejó con un buen sabor de boca tanto en el momento de terminar como en cada momento en el que recordamos nuestra experiencia en La Olla.
Carta La Olla
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